«En este libro –dice su autor– no quiero hablar de lo que ya pasó. No quiero hablar de la muerte, la destrucción, el sufrimiento y el dolor de los sierraleoneses, aunque tendré que hacer constantes inmersiones en todo aquello [...] En este libro me gustaría contar lo que están viviendo hoy día los hombres y mujeres de Sierra Leona y, más concretamente, de [la región de] Tonko Limba». Al final, tres ideas deberían quedar claras: que los sierraleoneses, como todo el mundo, quieren ser felices, que la ayuda internacional que actualmente les llega es buena, pero está mal enfocada, porque crea dependencia, y que África necesita más justicia –en todos los niveles– que ayuda material.