Peter, Katarina y August -tres adolescentes con serios trastornos emocionales, recluidos en el Colegio Biehl- son «fronterizos» es decir, seres que a los ojos de los psiquiatras se sitúan en esa débil línea que separa la normalidad de la incapacidad mental. Viven por eso sometidos a la observación permanente de las autoridades del internado, y a las pruebas darwinistas constantes en las que se decide su futuro de adultos: o bien podrán integrarse entre los jóvenes «normales» o bien deberán confinarse junto a las personas con deficiencias mentales. Pero si algo tienen en común los tres protagonistas es su rebeldía contra el entorno: no sólo quieren escapar de su condición de conejillos de Indias, sino que están decididos a desmontar el mecanismo de olvido y aniquilación de la memoria en el que se les tiene atrapados. El intento desesperado de fuga de la escuela preside esta fascinante novela, que también habla al lector de la fuerza de los sentimientos, del peso de los recuerdos y a la vez de las sinrazones de la Razón.