Aristófanes (444-385 a. C.) es sin ningún género de duda el gigante de la comedia griega antigua. Contemporáneo de figuras tan importantes como Sócrates, Sófocles y Eurípides, el comediógrafo ateniense vivió en una época dorada de la cultura griega, marcada también por la guerra entre Esparta y Atenas, que se desarrolló a lo largo de treinta años. Precisamente, este clima bélico es el punto de partida temático de Los acarnienses (425 a. C.). En su teatro, Aristófanes utiliza siempre hechos y personajes contemporáneos para parodiarlos pero también para mostrarnos su particular concepción de cómo debería ser la sociedad y la cultura que le rodeaba. Así, Los acarnienses, como otras obras de Aristófanes, es un alegato antibelicista que ataca despiadadamente a los partidarios de continuar el conflicto contra Esparta (que se había iniciado en el 431 a. C.). A pesar de tratar un tema tan serio, Aristófanes le imprime a su obra un particular carácter festivo y hedonista, que también demuestra lo lejana que aún estaba la derrota definitiva del pueblo ático.