El tema central de este volumen es la vida del lenguaje y las complejas energías que la palabra suscita en nuestra sociedad y nuestra cultura. En los autores occidentales más emblemáticos desde Shakespeare a Kafka, Steiner muestra el declive de las ideas de progreso cultural y de racionalidad. ¿En qué medida el holocausto y las atrocidades de los regímenes totalitarios permiten creer todavía en nuestras utopías humanísticas, presentes en las grandes obras literarias? ¿Podemos aún identificarnos con ellas? En este libro, Steiner propone «una filosofía del lenguaje que considera a la literatura como involucrada en todas las estructuras de la comunicación semántica, formal y simbólica». Hay que considerar a esta filosofía, con Wittgenstein, en toda su precariedad, como un lenguaje que se niega a darse a sí mismo por sentado. Steiner apuesta, sin embargo, por la capacidad regeneradora del lenguaje, porque «... es el misterio que define al hombre de manera única en su identidad y su presencia histórica, ... que lo arranca de lo inarticulado, de los silencios que habitan la mayor parte del ser».