No me ha gustado. Posiblemente por no ser del estilo de mis lecturas. O quizás por un estilo demasiado "profundo". En fin, lo siento.

Interesante libro, no hay la menor duda, ya que da para subrayar memorables frases o pensamientos que se vierten en sus páginas; sin embargo, en un valoración global hay demasiados altibajos. Primeramente la aportación filosófica y moral, que tiene sus “perlas”, se vuelve, con demasiada frecuencia, en un trasunto obscuro y farragoso donde es difícil seguir las reflexiones y las actitudes del protagonista. Siendo su temática la iniciación (viaje interior y exterior: emociones y experiencias) de un adolescente en los más variados campos (cuestiones emocionales, pruebas vitales, o numerosas relaciones: familiares, de amistad, sexuales, etc.) es personalmente inevitable que “inconscientemente” lo compare con un maestro en este subgénero literario: Herman Hesse, con obras maestras como “Demian”, “Bajo las ruedas” y “Juego de abalorios”. El estilo de éste es superior al que desplega Musil en esta narración; es mucho más poético y en cuestiones filosóficas y psicológicas en más accesible y entendible. Dicho esto, lo más positivo de la narración de Musil, son varias de las introspecciones de Törless (lástima el oscurantismo de algunos pasajes), la descripción del lado tenebroso del alma (humillación, tortura, egoísmo, etc), las dudas y sensaciones en el tema sexual o la percepción peculiar del mundo exterior. Una lectura que exige paciencia, concentración y sin ninguna prisa.