El libro narra la historia de una mujer -Alicia Dujovne Ortiz,- cuyas peripecias, intensas, a veces dolorosas pero nunca carentes de humor, se convierten en el correlato preciso de las décadas más convulsionadas de la Argentina del siglo XX. Apelando al género de la autoficción, la narradora va tejiendo una trama ágil, potente, apasionada: hija de judío y criolla comunistas, habituados a los vaivenes de la política nacional, conocerá goces y sombras a partir de 1943, el comienzo del peronismo. Desde entonces, y teniendo a Europa como el puerto que siempre la espera, vivirá ausencias, exilios, mudanzas, como si ése fuese el signo inevitable de su destino, de la herencia heredada de sus antepasados.