En los tiempos de Juan Sebastián Elcano, cuando las coronas de los reinos se disputaban la supremacía de los mares y de los nuevos territorios conquistados, un joven navegante guipuzcoano, Andrés de Urdaneta, se enroló en una temeraria aventura que duraría once años, y le permitiría descubrir la que iba a convertirse en una de las rutas comerciales más importantes del mundo, la ruta de las especias. Las islas de la felicidad constituye una crónica de esta magnífica peripecia y relata sus venturas y desventuras de la mano de Martín de Andonegui, un novicio expulsado de su orden por su afición al juego y otros vicios quien, para salvar su pellejo, se vio envuelto este viaje inolvidable.