¿Tuvo Franco una vida secreta? ¿Tuvo un rostro oculto? Sin duda, la respuesta a ambas preguntas es afirmativa. Mientras los españoles lo consideraban un hombre de férreo catolicismo, enemigo de la masonería, el comunismo y el sionismo, entregado al servicio de la nación y ortodoxo en todas sus manifestaciones, la realidad es que Franco introducía símbolos esotéricos en el Valle de los Caídos, se rodeaba de una guardia mora con fines protectores relacionados con la tradición islámica, había intentado ser aceptado en la masonería en al menos una ocasión, realizó un extraño ritual relacionado con el taladro de un enebro, trajo a España el mayor templo egipcio que hay fuera de Egipto... y estos datos son solo una muestra de las extrañas creencias del dictador. Sobre él, incluso, dicen que se refieren algunas profecías de Nostradamus...