Uaset, 1326 a. C. Egipto vuelve a adorar a los antiguos dioses y se ha borrado todo rastro de Akhenatón, el faraón que había intentado implantar el culto monoteísta. Pero ahora, su hijo Tutankhamón gobierna en el Valle del Nilo y ha desafiado de nuevo a los sacerdotes, intentando honrar la memoria de su padre, el Faraón Hereje. Y a espaldas de Tutankhamón se teje un complot que amenaza su vida… Luxor, 1922. El arqueólogo británico Howard Carter deslumbra al mundo con el descubrimiento de la casi intacta tumba de Tutankhamón y los tesoros que ésta alberga. En secreto, sin embargo, el erudito está inmerso en su próxima pesquisa: una tumba que los antiguos consideraron «maldita». Una tumba perdida cuya ubicación en el Valle de los Reyes está escondida entre los jeroglíficos de un ostracon, una lámina de piedra, que obra en poder de Carter. Pero nada permanece secreto en Egipto durante mucho tiempo. Alguien asalta la casa del arqueólogo y roba el ostracon. Carter, sin embargo, prosigue con la búsqueda. La hija de Lord Carnarvon, el mecenas de Carter, es víctima de un intento de envenenamiento. Una mano negra está empeñada en que el arqueólogo no encuentre la tumba perdida. Los periódicos hablan de «la maldición» de la tumba de Tutankhamón, pero Carter sabe que se trata de otra cosa.