Hablamos de un libro que nos hemos encontrado sin buscarlo y que consigue atraparnos y no podemos dejar de leer. Un acertado descubrimiento, la recomiendo, me ha gustado. Aparece un personaje muy cascarrabias, Cesare, pero de gran corazón y con un gran fondo humano, reflexionando a sus setenta y siete años con una feroz ironía, quizá por miedo a no poder seguir haciéndolo. Sin nada mejor para pasar los días de la vejez comparte vasos de vino con Marino, el viejecito neurótico de la segunda planta; tiene sus pequeños encontronazos con Eleonora, la loca de los gatos del vecindario, y alegrías para el cuerpo con Rossana, la enfermera madura que redondea sus ingresos con atenciones de pago a los viudos del barrio. Hasta que aparece Emma, casada con un tipo sospechoso, y Cesare no tarda en darse cuenta de que en esa pareja hay algo que no funciona…y gracias a su intuición muchas cosas empiezan a cambiar en su vida
hace 2 años