Uno de esos libros encajados en mitad de una trilogía donde no ocurre nada. Gwendy es maravillosa, está rodeada de personas estupendas, es una política íntegra dada a los demás y al final se insinúa una amenaza que aporta algo de interés a la narración. Hasta entonces decenas de capítulos breves que si bien se leen fácilmente apenas aportan a una historia que queda muy alejada de esa pequeña maravilla que fue La caja de botones de Gwendy.
hace 1 año