¿Cómo reaccionan los componentes de un grupo humano, cuyas vidas transcurren en los estrechos límites de una cultura primitiva ante la proximidad de un pueblo fuerte, de civilización más avanzada? ¿Podrán seguir manteniendo sus costumbres, su visión del mundo, resistiendo la presión de influencias extrañas? ¿Lucharán u olvidarán sus propios orígenes, deslumbrados por la superioridad técnica de los recién llegados? Entre LA PIEDRA que permanece y EL AGUA que vivifica, transcurre el argumento, lleno de tensión y trepidantes aventuras, situado en nuestra Península en la época de la romanización, donde se narra la dramática situación de un muchacho en busca de su propio futuro.