Me ha gustado mucho. La forma de narrar de Carmen Laforet nos da una lección: la de que para escribir bien no hacen falta demasiados artificios ni un lenguaje grandilocuente. Esta mujer escribe con sencillez, con el corazón. Magistral.

Es una gran novela escrita con suma sencillez, con unos personajes femeninos que no dejan indiferentes, sobre todo por su manera de sentir, vivir y de buscar su verdadero camino espiritual. Es recomendable sobre todo porque porque es capaz de transmitir la fortaleza y valor de unas mujeres frente al mundo masculino que las rodea.

El libro me ha gustado porque el estilo narrativo de Laforet, en momentos es impecable para dibujar con sencillez, los paisajes -muy acordes con lo que sucede en el momento-, los ambientes, los silencios que destilan los personajes que desfilan por la novela, lo que ayuda a transmitir las misérias de la época. Por contra, la historia de Paulina, me ha dejado un sabor agridulce, no se trata tanto de una historia de amor, sino de una incesante búsqueda espiritual, que de sentido a su vida o a la vida misma, y lo de ser feminista, supongo que tiene relación con esa suerte de la protagonista de poder desenvolverse sola, y de poder encauzar su camino y encontrar por si misma lo que hace falta