Ross MacDonald nos vuelve a introducir en una historia sórdida, repleta de personajes donde nadie es lo que parece. La trama de la novela se va complicando por momentos y conforme aparece el primer cadáver, se suceden una serie de acontecimientos que dan un giro inesperado a lo que iba a ser un simple seguimiento. El cínico y siempre perspicaz Lew Archer, tendrá que hacer gala de todo su talento y olfato de sabueso, para desenmarañar la telaraña en la que se ha convertido el caso y llevar, de una forma u otra, a los culpables ante su castigo.
hace 12 años