Kenichi y su hermana, Sakiko, sufren en su cándida inocencia los zarpazos inclementes de la vida. La prematura muerte del padre y, ahora, el ingreso en el hospital de la madre, aquejada de una dolencia grave, ahondan el sentimiento de abandono e impotencia que padece el apocado y sentimental Kenichi. Pero la aún temblorosa valentía que germina en su corazón y se nutre de pura y sincera bondad lo llevará a abrazar el misterio y a adentrarse en el seno de la montaña mágica para tratar de truncar su hasta ahora triste suerte.