La intuición de Dios nos lleva desde perspectivas poco frecuentes al conocimiento de la presencia de Dios en el interior de cada persona: la literatura y el arte aparecen como herramientas valiosas para encontrar sentido a nuestras vidas, cuando la razón no ayuda y la fe está ausente. A través de fragmentos literarios de autores tan universales y distintos como Salinas, Rilke, Keats, San Juan de la Cruz... la autora intenta dar una respuesta a las eternas cuestiones que atormentan al hombre. Parece extraño que estando Dios tan cerca de uno mismo sean tan pocos los que dan con Él. Con estas palabras Teresa Sancho nos invita a la reflexión y nos ayuda a comprender que hay un tipo de conocimiento que no se articula desde la ciencia experimental: la intuición, libre de prejuicios, permite que las percepciones individuales de la realidad actúen como puente de unión entre el hombre y su Creador.