Enfermo y refugiado en la minúscula aldea manchega de la Torre de Juan Abad, Francisco de Quevedo repasa su azarosa vida en la Corte de Felipe IV, sus fracasos políticos y sus éxitos literarios, su rocambolesco matrimonio y su enemistad con el conde-duque de Olivares. Sabedor del inminente final, el poeta espera la muerte, pero desconoce que puede llegarle de la peor de las maneras. Las novelas de Baltasar Magro (Domingo Pérez, Toledo, 1949), no se leen rápidamente, escribe de forma pausada, con una prosa reflexiva, y quizá esta sea su gran virtud: recorrer la historia de España con mayor profundidad que muchos otros novelistas.
hace 9 años