“Este libro –nos dice Mary Beard, la más grande figura actual de los estudios clásicos- es un viaje guiado por el mundo clásico, desde el palacio prehistórico de Knossos, en Creta, hasta el imaginario poblado de Astérix, en las Galias”. En él nos habla de personajes famosos, como Alejandro el Magno o Nerón, pero también de la gente común, de los esclavos, los soldados o los millones de ciudadanos del Imperio que vivían bajo un régimen de ocupación militar. Este libro recupera sus vidas y costumbres; pero su objeto principal es el de enseñarnos a disfrutar de la riqueza que representa la herencia de los clásicos, donde hay mucho que sigue siendo vivo y palpitante. Un campo del saber que no es sólo tradición, sino también aventura e innovación, donde queda mucho por descubrir y debatir acerca de los más diversos temas: de cuán importante fue realmente Cleopatra, de si Calígula no fue más que un chalado o de cómo se las arreglaron los romanos para adquirir tantos esclavos. “Si los romanos hubieran podido contar en su tiempo con Mary Beard –ha dicho un crítico- conservarían todavía el Imperio”.