Miguel Casares —un famoso actor — acude al Festival de cine de San Sebastián con motivo de la proyección de una retrospectiva de su obra. Nada más pisar la ciudad se arrepiente de haber aceptado. Sus películas le parecen abominables, no soporta los halagos que le brindan constantemente ni la superficialidad que rodea al Festival. Una tarde en la que huye de San Sebastián buscando algo de tranquilidad ve cómo un hombre mata a una mujer arrojándola por un acantilado. Él es el único testigo. Y el asesino lo sabe. Desde ese instante el actor ve la figura de aquel hombre siguiéndole a todos los actos del Festival. Pero, a veces, al destino le gusta jugar a la ruleta rusa. Un asesinato puede cambiar nuestra vida y también nuestra muerte. Sólo los que no tienen nada que perder deberían entrar en esta partida.