Bailén 1808. Ningún ejército regular ha vencido a las tropas francesas. Sólo los ingleses, gracias a su marina de guerra, desafían el poder absoluto del emperador, que ha hecho morder el polvo una y otra vez a austriacos, prusianos y rusos. Napoleón, que ha invadido la Península Ibérica y secuestrado a la familia real española, envía a Andalucía un ejército de 15.000 hombres para liberar la flota del almirante Rossily, bloqueada en Cádiz. Los restos del desastre franco-español de Trafalgar. El general Dupont acepta el mando de ese ejército convencido de un éxito seguro, pero se equivoca. Tras vencer fácilmente a una multitud de voluntarios que le esperan a las puertas de Córdoba, se detiene durante nueve días para saquearla. Un mes más tarde, es derrotado en Bailén y hecho prisionero junto a todo su ejército. Los ecos del combate se propagan por toda Europa causando una honda impresión. Por primera vez las águilas imperiales han caído en un campo de batalla.