Todo un melodrama que al final deja una ligera vía a la esperanza. La autora nos narra su propia infancia. Una etapa que quedó trastocada por la pérdida de sus seres más queridos; y que la hizo atravesar por una dura senda llena de trabas, espinas y asperezas. Todo un camino tortuoso que la condujo hacia una bisoña y frágil madurez. La historia está entretenida y se deja leer. Lo que menos me gustó de ella fueron ciertos momentos cursis que conducen demasiado a la "ñoñez". De todas formas, aceptable.
hace 8 años