La obra se organiza en tres tomos, correspondientes a la Edad Media (en dos volúmenes), a la Época de Oro y a la Modernidad. Este segundo tomo, coordinado por Rosa Navarro Durán, ofrece un recorrido por las formas de lectura que hicieron de la Biblia los escritores en lengua castellana -cristianos y judíos- del Siglo de Oro. Explora así la presencia de la Biblia en la literatura espiritual, la prosa culta y los distintos géneros literarios (poesía lírica y épica, teatro y novela). Pero extiende también su análisis a la influencia de la Biblia en la literatura judeoespañola de los Balcanes y entre los judíos sefardíes de Amsterdam y otras colonias de Europa occidental.