Jesús, hijo de una Virgen y al mismo tiempo hijo de Dios; hacedor de portentosos milagros y que resucitó al tercer día de morir redimiendo al mundo de sus pecados. Yesúa, el hijo de un carpintero; afecto a los esenios; profeta para algunos, para otros el Mesías salvador que esperaban los judíos, para un reducido grupo de seguidores un maestro y amigo; al final, condenado y muerto por sedición por los romanos. Son dos perspectivas de un mismo hombre. Una de ellas sostenida por la religión y la fe desde hace siglos, pero ¿y la otra?: un Jesús sin Evangelios. Esta obra propone al lector una mirada abierta y libre a unos lugares, a una época y, sobre todo, a un personaje que cambió el curso de la historia. Hasta hace muy pocos años era únicamente la religión la que proporcionaba su visión de Jesús, pero actualmente el estudio y la investigación han ido aportando datos y elementos que nos permiten tener una perspectiva más certera y objetiva sobre el Nazareno. En esta novela poderosa y de un fuerte y riguroso contenido histórico, el autor nos muestra la figura de Yesúa recreando su vida y muerte en una narración que lleva al lector a contemplar de un modo vivísimo, como en imágenes, todo el entorno y la galería de personajes que lo rodearon, de tal modo que puede asistir como un espectador privilegiado a los acontecimientos más importantes de su vida a través de una descripción magistral de los escenarios, y un retrato apasionadamente humano de sus protagonistas.