https://antogazquez.com/libro/hundid-el-bismarck/
hace 3 mesesEn mayo de 1941 ya hacía un año que Gran Bretaña resistía en solitario a las fuerzas del Eje. La Batalla de Inglaterra se había ganado, pero la amenaza alemana se mantenía. Sólo el tradicional dominio de los mares permitía al pueblo británico seguir en la guerra. Pero la incipiente campaña submarina alemana y la entrada en escena de los acorazados y cruceros alemanes hacían pensar en que este dominio naval podía ser cuestionado. La dependencia de Gran Bretaña del Préstamo y Arriendo estadounidense y de las materias primas de las colonias hacía pensar en un posible colapso del país en caso de que Alemania venciese en la Batalla del Atlántico. Pero el Reich debía darse prisa. La posibilidad de que Estados Unidos entrase en guerra forzó al almirante Raeder a lanzar a su acorazado más potente, el Bismarck, a la batalla. Por primera vez, la Kriegsmarine buscaba el enfrentamiento directo con la Royal Navy británica y dejaba atrás casi dos años en los que sus grandes navíos de línea sólo se habían dedicado a atacar mercantes enemigos. Se ponía en marcha la Operación Rheinübung.
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