Este libro viene a demostrarnos que el martirio del pueblo Ucraniano sometido al imperialismo ruso no es nada nuevo y ha existido siempre, aunque sus más terribles consecuencias las sufrieron hace casi un siglo bajo la tiranía del sanguinario Stalin. Un libro muy instructivo e interesante que desvela los entresijos bien documentados, pese al secretismo soviético, de la terrible hambruna de principios de los años 30 provocada principalmente para acabar con las ansias de libertad y la resistencia a las doctrinas comunistas del pueblo ucraniano y que se llevó la vida de millones de personas. También la aniquilación más directa (o sea, por ejecución) de toda una generación de ucranianos destacados en todos los ámbitos para intentar borrar la identidad ucraniana. Un libro terrible y dramático lleno de testimonios personales de los que sobrevivieron al Holodomor (así escomo llamaron los ucranianos a este genocidio encubierto). En su última parte la autora relata los acontecimientos posteriores sucedidos en Ucrania, con los intentos de dar a conocer esta tragedia silenciada, la invasión nazi y como muchos incautos ucranianos recibieron a los invasores como liberadores porque nada podía ser peor que la dictadura soviética de Stalin, la ansiada independencia a principios de los 90 hasta la invasión de Crimea Por Putin en 2014. Aunque el libro tiene cinco años y evidentemente la situación actual no está reflejada, esta invasión fue el preludio y el aviso de lo que está pasando en la actualidad. En definitiva, este es un libro que todos deberíamos leer, especialmente aquellos que aún se atreven a defender los lazos históricos que siempre han tenido Rusia y Ucrania como justificación a la invasión rusa actual.