Japón, 1946. El país acaba de perder la guerra y todavía no ha empezado a recuperarse. En los lugares más recónditos el progreso apenas ha llegado y las gentes siguen ancladas en las costumbres y tradiciones de sus antepasados. Los hombres que vuelven del frente se encuentran con la difícil tarea de retomar sus vidas con el recuerdo imperecedero de los compañeros que no han podido regresar. «Te pido que vayas a la isla de Gokumon en mi lugar… Si no, matarán a mis hermanas…». Estas son las últimas palabras que Chimata dirige a su amigo y camarada de guerra, Kindaichi Kōsuke, antes de fallecer. Movido por la obligación moral, este viajará hasta Gokumon-tō, literalmente, la Isla de las Puertas del Infierno, un pequeño islote poblado por descendientes de piratas, situado en medio del mar Interior de Seto. Allí se encontrará con una comunidad cerrada y recelosa del forastero, en la que se están produciendo una serie de horribles asesinatos planeados a sangre fría, que escapan a la razón. Comienza así un soberbio thriller protagonizado por uno de los más queridos y recordados detectives de Japón, un héroe que bajo su excéntrica apariencia, oculta unas prodigiosas dotes deductivas de las que tendrá que hacer uso para encajar las piezas de un puzzle en el que se entremezclan secretos del pasado, luchas por el poder y haiku clásicos.
Gokumon-tō es considerada por los lectores japoneses como la mejor novela de misterio del siglo XX.