Cierto día, Ajbeh, un viejo hechicero y curandero maya encuentra en la selva a una joven agonizante. Ha sido golpeada y violada por un grupo de desconocidos. El anciano lleva a la muchacha a su cueva y, haciendo uso de remedios y pócimas tradicionales, la ayuda a recuperarse. La chica, quien recibirá el nombre de Nikté, demuestra una sensibilidad muy peculiar. No sólo tiene facilidad para asimilar las enseñanzas de Ajbeh sobre el arte de curar, sino que también posee el don para “ver” más allá del mundo visible. Ello la llevará a emprender un peligroso viaje al inframundo o Xilbalbá para recuperar una misteriosa y poderosa reliquia.