El último apéndice está de más pero en general se lee amenamente.
hace 8 añosUnos textos que ofrecen una deriva lúcida e irónica por el presente, en un ejercicio vivo del pensamiento que invita precisamente a eso: a pensar, con gusto, porque como el mismo autor acostumbra a decir: “Piense usted. Como quiera y pueda pero piense. Luego razone su pensamiento con los demás para pensar.”
Sin rehuir la polémica ni el debate más comprometedores e inmediatos, Fernando Savater ha ejercido de desapacible incordio en las aguas, a veces demasiado estancadas, de la vida intelectual de estas últimas décadas. Lector voraz, irreverente y heterodoxo, pero también razonable como una molesta vacuna contra la pandemia del exceso de abstracciones, en esta miscelánea textos seleccionados por él mismo se recogen reflexiones personales, la mayoría breves, sobre sus lecturas y autores preferidos, así como apuntes sobre educación, el papel de la filosofía en la actualidad o perplejidades varias como las que abre Internet, el ciberespionaje mundial, etc.
El último apéndice está de más pero en general se lee amenamente.
hace 8 años