La fabricación digital y la impresión en 3D han impulsado la creatividad y la creación colaborativa, así como la descentralización de la producción, ya que cada usuario puede diseñar, gestionar, escanear e imprimir productos personalizados. Este fenómeno mundial, denominado maker, supone una oportunidad para los emprendedores, dado el bajo coste de la puesta en marcha y las amplias posibilidades de expansión tanto en sectores donde estas tecnologías ya se usaban como su aplicación en otros nuevos. Por ello hay quien augura que la fabricación digital supondrá en el futuro, un cambio estructural en todo el modelo de producción actual.