Acabo de leerlo. Es breve, no llega a doscientas páginas, y se lee rápido aunque no será sencillo para quién no esté al día con la realidad social de los afroamericanos. Es una carta del autor a su hijo en la que pretende trasmitirle la realidad del Sueño Americano, que no es otra que una pesadilla cuando se aplica a los negros o descendientes de estos. El autor transmite una situación de angustia con pocos visos de resolverse. Los africanos fueron raptados y despojados de todos para ser sometidos en los campos de algodón de América y convertir así, a esta nación, en el imperio que es hoy en día. Finalizada la esclavitud el panorama es desolador porque quienes tenían el poder (los que quieren ser blancos, como dice el autor), siguen teniéndolo, y es el poder de acabar con el cuerpo de los negros con la mayor de las impunidades, de castigarlo y seguir sometiéndolo, creando los guetos en los que introduce los medios para que se autodestruyan, con un sistema penitenciaria privado alimentado a base de cuerpos negros... La sensación es la de una total desesperanza. El futuro será el resultado de la lucha y utopías como el regreso a África de los negros no son valorables puesto que si los blancos disfrutan del resultado de la explotación de los negros, ¿por qué estos van a renunciar a disfrutar de ello?. América se levantó con el sudor y la sangre de los negros, entonces, América es también para los negros. Eso es, básicamente, lo que se desprende del libro. Muy correcto, muy justo y admirable forma de explicarlo. El poso negativo es desolador, pero es que así es la realidad.
hace 5 años