Resumen

Era urgente recordar para contarlo luego: para no sucumbir a la vileza o al suicidio. Cuando muchos años después le preguntaban cómo había podido conservar recuerdos tan precisos, Evgenia Ginzburg respondía que desde los primeros instantes de su detención se había formado el propósito de fijarlo todo en su memoria, sabiendo ya, intuyendo, que el olvido sería el cómplice más eficaz de los verdugos.

1 Críticas de los lectores

9

Uno de mis libros favoritos. Un testimonio desgarrador, profundamente doloroso y profundamente verdadero y, sin embargo, sin un ápice de ánimo por parte de la autora de buscar esa lástima barata por parte del lector. Fue así de duro, y así de duro lo cuenta desde la pluma de una mujer fuerte, inquebrantable, que ha aceptado, interiorizado y convivido con el dolor, y que es capaz de plasmarlo con una serenidad inalcanzable. Recomendado. Recomendadísimo.

hace 9 años