En la triste y depauperada España de posguerra, donde aún colea la escasez, el racionamiento y la grisura, Antonio es un bedel de ministerio pluriempleado por las tardes y noches como acomodador en un cine.
En medio de una vida anodina, apretado además por las sospechas de su jefe, que piensa de él que no es muy afecto al régimen, Antonio contempla con envidia las vidas y los heroicos caracteres de los personajes de la pantalla. Hasta que un día, Rick, el protagonista de Casablanca, esa película que tantas veces ha visto y se sabe de memoria, suelta de pronto una lágrima cuando el avión en que se va Ilsa despega rumbo a Lisboa…