¿Es la fidelidad una quimera? ¿Son las alternativas a la monogamia el camino para conseguir mejores relaciones y alcanzar la felicidad? ¿Qué nos atrae en nuestros compañeros de aventuras y desventuras? ¿Podemos evitar que el deseo se desvanezca con el paso del tiempo? Neil Strauss exploró estos enigmas tras sufrir una crisis existencial provocada por su adicción al sexo y el empleo sistemático (o más bien obsesivo) de los procedimientos que él mismo recomendaba. Se enamoró, y ese pequeño factor alteró completamente el paisaje. Un día decidió abdicar la corona de la seducción, cambió de bando y afrontó el mayor de los desafíos: la búsqueda del amor verdadero y de la estabilidad en la pareja. Una búsqueda que resultó ser extraordinariamente ardua e inesperadamente divertida.