Alberto no guarda buen recuerdo de su padre. Le abandonó cuando era un niño y su vida y la de su hermano Lucas se convirtieron en un infierno de maltrato y abusos por parte de su madre y su nueva pareja.

Esa es la razón por la que cuando recibe un SMS avisándole de su fallecimiento, su primera intención es borrarlo y seguir con su vida. Pero Ana, su pareja, le insta a cumplir con su deber como hijo y darle un último adiós.

Por hacerla feliz, se desplaza al tanatorio de la M-30 en Madrid. Y en la sala donde se vela el cuerpo, conoce a algunos de los amigos de su padre: Fidel, Conchi, Pedro, el excéntrico mago Kashmir... y Marina, una misteriosa mujer que fue su pareja durante algún tiempo.

Cada uno de ellos, a lo largo de la noche, le va contando fragmentos de la vida de su padre. Alberto no sospecha que esas revelaciones van a poner su vida y la de su pareja patas arriba.

La trama de “El lamento del lagarto”, de Pablo Sáenz Paulín, es compleja: allí nada ni nadie es lo que parece.

Esta historia no es un thriller al uso, algo que me ha parecido muy original. El autor nos desvela la complicada vida de Jesús Souto a través de las conversaciones que Alberto va manteniendo con los conocidos de su padre durante su estancia en Madrid.

Es esa manera de narrar la historia lo que más ha gustado de la novela. El autor mezcla escenas actuales con retazos del pasado narrados por diferentes voces que nos permiten entrever cómo era Jesús Souto en realidad: un hombre rodeado de luces y sombras que vivió la vida a sorbos sin pensar demasiado en las consecuencias de sus actos.

Al hilo de esa trama principal, el autor nos cuenta la vida de Alberto. Un niño miedoso que ha dejado atrás una infancia dolorosa y se ha convertido en un buen hombre que hace lo posible por hacer feliz a su pareja y a su familia adoptiva.

Souto era un hombre apreciado por su entorno, pero tanto su vida como su muerte están marcadas por una enrevesada trama criminal que Alberto irá desgranando con la ayuda del teniente Rovira de los Mossos. Gracias a él conseguirá no solo poner luz al gran secreto que su padre se llevó a la tumba, sino salvar su propia vida: y es que alguien está empeñado en matar a todos los que acudieron al tanatorio.

A través de las vidas de Jesús y Alberto, el autor nos permite vislumbrar cómo era Galicia en los tiempos en los que las aldeas sobrevivían gracias al contrabando y ese Madrid de la movida en el que era posible hacerse de oro si sabías aprovechar las oportunidades.

Si os apetece leer una novela diferente en la que se conjugan a la perfección el thriller y la novela contemporánea, no os perdáis esta novela. Es un soplo de aire fresco en la avalancha de novelas policiacas que se publican últimamente. (Ana García, 25 de octubre de 2023)