El guirigay del Carnaval es un amplio tratado sobre esta Fiesta, que para facilitar su lectura, su autor ha querido dividir en dos partes: en la primera se habla del Carnaval en general, remontándose al de los griegos y romanos, rescatando escritos de esta última época con relación a tales celebraciones. Después, el autor se retrotrae a la Edad Media, en la que existen infinidad de escritos y poemas sobre el tema. Así se transcriben fragmentos de obras de diversos autores, como el Arcipreste de Hita, y posteriormente Calderón, Quevedo, Juan del Encina… incluso una más actual de Rubén Darío. Finalmente, y siempre haciendo comparaciones con aquellos ritos que describe muy brillantemente Calderón de la Barca, se hace un repaso de los carnavales más representativos de Castilla la Mancha, deteniéndose preferentemente en los carnavales de La Roda, Munera y Villarrobledo de Albacete, y de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Herencia y Miguelturra de Ciudad Real. De todos ellos el autor expresa su opinión, muchas veces en desacuerdo por su excesiva comercialización, olvidándose la mayoría de las veces de la esencia de la Fiesta. Se cierra el libro hablando de Tarazona de la Mancha, patria chica de Rafael Talaya Panadero, describiendo anécdotas reales presenciadas, la mayoría de las veces por él mismo.