hace 7 años
Corren los años 80, y Vincenzo Strada está obsesionado con el poder semiológico de los rituales antiguos. Al llegar a Los Ángeles se apunta a la escuela de cine de la UCLA, donde cursó estudios uno de sus ídolos, Jim Morrison. Y al igual que él, es vilipendiado por sus maestros, ya que a Strada el cine sólo le interesa como medio para explicar su fascinación por los rituales y los sacrificios humanos. Strada decide huir al “Cinturón de la Biblia”, estados norteamericanos con arraigadas creencias religiosas, donde espera hallar pistas de una posible supervivencia de los rituales paganos. Un día oye una conversación radiada entre dos personas. Una anciana maestra discute con el rabino de una comunidad sobre la naturaleza del Mal. La maestra acaba su discurso afirmando que ha conocido gente que, reunida en abstractos aquelarres, invoca fuerzas que llevan sin ser nombradas en la Tierra desde tiempos inmemoriales, desde épocas para las cuales incluso el Cristianismo es una religión joven.Strada se obsesiona con esta mujer y emprende un viaje cuyo último propósito es encontrarla, y hacer que lo guíe hasta esas comunidades sumergidas en el mundo de los ritos ancestrales...
hace 7 años