La pobre Carolina Cocodrilo está cansada de escuchar lo precioso que es su hermanito, de ver los besos y achuchones que le da su madre y cómo ocupa todo su regazo. Así que, aprovechando que mamá Cocodrilo tiene que cambiar su sobrero y Carolina queda encargada de cuidar del pequeño, se va a la tienda de bebés a hacer su propio cambalache: su hermanito por otro bebé que no se lleve tanta atención de su madre.