Para Evereska, el último refugio de los elfos en Faerun, se trata de una batalla por la supervivencia. Para los Elegidos de Mystra es una fuerza que rivaliza con su diosa por el dominio de la magia. Para los reinos humanos de Faerun supone un cambio permanente en el equilibrio del poder. Para una raza perdida de poderosos archimagos es una montaña flotante a la que consideran su hogar.