Decepcionante ya que había grandes comentarios sobre él. Hay capítulos enteros que no aportan nada a la trama.
hace 2 añosHispalis, año 438 d.C.: Ante la alarmante aparición de una horda sueva dispuesta a asolar sus tierras, Attax, un bárbaro alano, decide unirse al ejército de un viejo amigo para luchar por la defensa de su gente. La gloria que él espera, desaparece al ser hecho prisionero y vendido como esclavo. Tras 11 años de servidumbre, Attax debe emprender una nueva vida tras el asesinato de su amo, con la compañía del hijo de este, Marco. Attax se sumergirá en un intenso viaje por la moribunda Hispania, que le llevará a comprender el valor de la amistad y el amor, así como el precio de perder ambos. Un recorrido hacia la madurez que despreció en su juventud. Suevos, vándalos y alanos cobran vida en el escenario de una Hispania convulsa y decadente, abandonada a su suerte por un imperio romano que se desvanece.
Decepcionante ya que había grandes comentarios sobre él. Hay capítulos enteros que no aportan nada a la trama.
hace 2 añosEs ameno. Pero el protagonista presenta un gran problema. Es inevitable establecer comparaciones con el sajón Uthred de Bernard Cornwell, y Attax pierde en todos los sentidos, y es que para ser un bárbaro saqueador, la mayor parte del tiempo tiene un comportamiento de pijo-flauta de oenegé.
Como muestra una frase del libro: "Elpidio era un salvaje, mucho más que aquellos a los que él reservaba tal calificativo por vivir más allá de sus muros". Primero la frase tiene un deje del "buen salvaje" russoniano que resulta doblemente anacrónico, demasiado precoz para la época en la que se desarrolla la acción, y que debería estar superado por un escritor del siglo ventiuno. Pero más concrétamente supone una incoherencia con respecto a lo que han hecho (y sufrido) el personaje, su pueblo alano,su familia de acogida vándala y sus 'amigos' suevos. Y da igual desde que perspectiva lo mires, no encaja ni con la época, ni con el estado de inestabilidad que vive Hispania en ese momento, ni con la biografía del personaje ni con su situación particular.
Poco más adelante hay otra perla: "En ocasiones el odio es más fuerte que el dolor... y nosotros tratábamos de que el muchacho tampoco olvidara lo que era el amor, para que este equilibrara la balanza de su alma". Aquí Attax pasa de pijo-flauta a cura en pleno sermón.
Creo que simplemente como es el protagonista, tiene que ser un buen tipo y encima no un bueno de entonces, sino un bueno de ahora . Personalmente, estoy un poco cansado de los protagonistas antihéroes, pero tampoco es cuestión de volver a los buenos planos e insulsos.
En fin, que el libro entretenido lo es, pero el personaje, cuando no está dándole a la espada, simplemente no es coherente.