“En este Diario, casi cada página invita a la reflexión. De él se aprende más que de cualquier descripción posterior, pues uno comparte, desde el principio, el carácter misterioso de lo sucedido: todo es absolutamente inexplicable. En medio de su propio sufrimiento, entre cientos de muertos y heridos, el autor intenta reconstruir paso a paso la situación; sus sospechas cambian a medida que se entera de nuevas cosas y que éstas van convirtiéndose en teorías que exigen ser comprobadas. No hay una sola línea falsa en este Diario, tampoco ninguna vanidad que no esté basada en la vergüenza. Si tuviera algún sentido averiguar qué forma de literatura es hoy en día indispensable, indispensable a un hombre que sepa y tenga los ojos bien abiertos, habría que decir: ésta.” Elias Canetti.