Novela negra en clave de humor, ambientada en los años ochenta, que se desarrolla en Las Vegas, México y Madrid. Un comisario de policía recién retirado retoma, por casualidad, un caso de posible homicidio que lideró años atrás y que, finalmente, se cerró como accidente doméstico. El texto altera la narración en primera persona del comisario, con las grabaciones de los interrogatorios que realizó cuatro años antes a los sospechosos en la comisaría de la calle Leganitos de Madrid. Tal y como los recuerda Jacobo, el comisario, «un chaval huérfano y tullido, un cura que ahogó su fe en un barreño antes de cumplir los treinta y una chica que disecaba a sus animales de compañía», completan, junto al finado, los personajes principales de la trama, creando una madeja de relaciones interpersonales que Jacobo tratará de desenredar para extraer la verdad de lo ocurrido. Una mezcla de suspense, humor castizo y personajes en busca de su lugar en el mundo en una huida alocada de la soledad. Un seguro de entretenimiento y, por qué no, de alguna carcajada.