Libro corto y fácil de leer. Engancha desde el principio y no puedes parar de leer hasta conocer el desenlace.

Desde el infierno de Enrique Laso Fuentes tiene un comienzo brutal: Carlos recibe una llamada en la que le comunican que su mujer y su hija han sufrido un terrible accidente de coche y ambas han fallecido. Sumido en el dolor y sintiéndose culpable por el poco tiempo que ha pasado con su hija, absorbido por su trabajo, decide conocer un poco más a su pequeña y para ello visita al colegio donde la maestra le remite a la psicóloga del centro puesto que la niña tenía algunos problemas. Era una niña vivaz y muy inteligente pero que hacía unos dibujos terroríficos. ¿Qué le pasaba a su hija? ¿Tenía alguna enfermedad mental? Carlos se propone averiguarlo y al hacerlo empiezan a suceder cosas extrañas en su casa… Y hasta aquí puedo leer. ;) Así comienza una historia que no da cuartel al lector. Te asaltan las mismas dudas que a Carlos y eres testigo directo de como una persona totalmente atea y racional se ve obligado a cuestionarse muchas cosas que daba como ciertas y de las que ahora no está tan seguro. El título del libro no da lugar a dudas. Pero no esperéis algo similar al “Exorcista” porque la trama es mucho más compleja y maquiavélica Cuando crees que ya está todo claro y resuelto, el autor da una vuelta de tuerca a la historia para tenerte en vilo hasta el final de la historia. Es el primer libro que leo de Enrique Laso, tras el relato del Padre Salas pero desde luego no será el último. Sólo una recomendación. No leáis el libro en el tren. El riesgo de pasarse de parada es descomunal…

Es un libro corto, entretenido y fácil de leer. Quien disfrute de la lectura de terror y se imagine al lado de los protagonistas viviendo la historia tendrá un rato bastante entetenido con una historia que llegará a erizar en algunos apartes.