El trato con los alumnos y con los colegas; las decisiones personales y las reuniones de claustro; los problemas de método y de disciplina y las deficiencias manifiestas del sistema; las clases, las salidas, los exámenes, las evaluaciones… todo esto y mucho más queda reflejado en este libro, una crónica de la realidad, a menudo dura, de un docente de instituto a lo largo de un curso. Toni Sala nos ofrece un testimonio de primera mano de lo que supone para un profesor de lengua y literatura ejercer su oficio en un centro público. Lo hace con un tono literario, tejiendo un relato adictivo en el que se intercalan la descripción del transcurso de cada trimestre, la narración de las anécdotas del día a día y los momentos de reflexión. El resultado es una visión personal, compleja y significativa de un mundo que nos interesa y afecta a todos.