CARNE DE CARNAVAL, de David Monthiel (Ed. El Paseo, 2016) Es un carnaval diferente, te permite morir y matar sin sufrir ni un rasguño ni causar dolor, te hace amar y ser amado sin recibir ni dar un solo beso. Hiere y hace vibrar a través del arma más letal, la letra de sus agrupaciones: es el carnaval gaditano. Pero tiene un punto trágico -tras la máscara siempre hay tragedia y engaño- del que nacen las más bajas pasiones y detectives como Bechiarelli, el protagonista de la novela. A través de la investigación de un asesinato, Bechiarelli deja al descubierto las rivalidades entre los artistas, sus egos, la corrupción política y empresarial, el papel de la prensa y, en definitiva, la parte más oscura de una fiesta mágica. Afortunadamente, elude el tópico. CARNE DE CARNAVAL no es una novela negra per se, tan poco un libro lleno de localismos y chistes fáciles sobre lo gaditano y lo andaluz. Combina acertadamente géneros distintos y nos permite conocer un mundo tan especial y efímero como el del carnaval. Para el gaditano es un espejo donde mirar sus defectos, para el castellano una lección de humildad. Seguramente, el primer fenicio que pisó la bahía gaditana portaba un pito de caña y un estribillo, seguramente; pero a partir de ahora, además de su carnaval y de su historia milenaria, Cádiz tiene un detective literario de primer orden.
hace 7 años