Reflexión, búsqueda introspectiva, canto místico, celebración de la alegría, retórica existencial y mirada clarividente. De mil formas diferentes podríamos definir el quehacer poético de este hombre de Dios que, siguiendo la estela de grandes poetas clásicos, de escritores místicos referenciales, como Santa Teresa, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz o Garcilaso de la Vega, consigue cuajar una obra hermosa, sugerente y seductora. Además, Bernardo analiza la cosmogonía del mundo, explora la psicología humana y se acerca a la naturaleza divina, sin ponerse límites, sin ahogarse en concepciones que constriñan o limiten nuestra capacidad de amar, de sentir o ser. Mas Canto silente es también una guía para encontrar el amor entre las pequeñas cosas, un devocionario para hallar a Dios entre sus sencillas y grandes obras, un compendio de psicología humana para ayudarnos a comprender nuestros actos, un libro de ayuda para asimilar y compartir el ideal monástico benedictino. Imprescindible, en todo caso, para visitar Silos y entender lo que nuestros ojos ven y nuestra alma percibe.