Resumen

Hace diez años, en un solitario motel de carretera se cometió un sangriento crimen en el que murieron 8 personas. A día de hoy, el asesino continúa en paradero desconocido y lo que ocurrió aquella noche de tormenta sigue siendo un misterio. Tras una década de esfuerzos en vano, los investigadores Antonio Portalo y Paco Luna retoman el caso, después de que el único testigo de la matanza, un joven que por aquel entonces tenía tan solo 8 años, haya decidido contar lo que sabe. Sin embargo, los agentes no tardarán en descubrir que el misterio sigue aún tremendamente vivo, en esta intriga donde nada es lo que parece.

1 críticas de los lectores

Esta historia atrapa de principio a fin. Tan sólo hace falta un par de páginas para sumergirnos en el mundo de misterio e intriga que crea Ignacio y, de cuyas letras, no seremos capaces de despegarnos hasta el final.
La historia comienza con dos policías; Paco Luna (agente veterano y harto de tener que lidiar con las nuevas incorporaciones al cuerpo) y Antonio Portalo (su joven compañero). Sin embargo, la primera sorpresa que nos tiene preparada el autor, nos la regala ya al inicio, pues la trama no girará en torno a ellos, sino en torno al terrible caso sin resolver que aconteció diez años atrás en un solitario motel de carretera. Un caso que obsesiona en cierto modo a Luna y cuya motivación sentimos como propia, asistiendo con auténtico interés a la cita con el único testigo, que por aquél entonces tenía tan solo ocho años, de aquel cruento asesinato en el que murieron ocho personas y que, al fin, ha decidido a contar lo que pasó.
A partir de este momento los giros y sorpresas de la trama se irán sucediendo, de un modo muy bien dosificado, hasta la última página de la historia y es que, da la sensación de que si le prestasen más hojas para escribir, el autor sería capaz de seguir sorprendiéndonos “in eternis”.
En cuanto a la narrativa, me costó acostumbrarme a la manera de hablar de uno de los personajes, aunque reconozco que las blasfemias, rudeza y vulgaridad de su modo de expresarse, no hacen más que aumentar la sensación de irritabilidad y falta de autocontrol de su carácter. Por otro lado, el gran manejo tanto de los diálogos como de la ambientación y esta trama en la que la sorpresa espera en cada esquina, consigue que lectura sea ágil y tremendamente adictiva.
También cabe destacar que en este tipo de novelas suele quedar algún cabo suelto, pero en Blanco y negro, aunque parezca imposible por la complejidad de la trama, todo termina teniendo sentido y bien atado. Es una historia redonda y muy bien planificada y ejecutada, en la que el lector no podrá predecir los acontecimientos.
La recomendaría tanto a los habituales del género como a los que se adentran por primera vez en él, pues es una obra corta, muy bien hilada e imposible de soltar una vez que se abre la primera página. (Gloria Mª Martínez Tarazona, 19 de noviembre de 2021)

hace 2 años