Mientras a la vida de niños y adolescentes llega un sinnúmero de mensajes por parte de los “desinformadores” anónimos, que lo hacen en términos de genitalidad, o con un discurso sobre un tipo de sexualidad que se acerca más a lo pornográfico que a lo biológico, resulta imprescindible encontrar información eficaz. Y es que tu hijo aprende sobre sexualidad mucho antes de preguntar. Un niño solo ante una pantalla, en un entorno en el que a menudo los adultos están física o mentalmente ausentes, no puede hacer otra cosa que absorber lo que le dan. Cuando los padres creen que sus respuestas sobre sexualidad son la primera aproximación que sus hijos tienen a la misma, por lo general se equivocan. Los niños y los preadolescentes se han acostumbrado a vivir en un mundo mucho más explícito que el de sus padres, y eso incluye el sexo y la sexualidad. Cada capítulo está dedicado a una etapa evolutiva, mostrando qué necesitan saber los niños y las niñas a medida que crecen, pero teniendo en cuenta que cada uno también tiene un modo de ser y una curiosidad diferentes, por la que los padres descubrirán muchas pistas para ir por el buen camino. Sida, prevención del abuso, sentirse bien con sus emociones y cambios corporales son sólo alguno de los temas adaptados a cada una de las etapas evolutivas, para que los padres sepan de qué modo acompañarlos y que ellos afronten sus preocupaciones mientras son bombardeados con mensajes sexuales que afectan su modo de conocerse, aceptarse y comportarse desde edades muy temprana.