En una mansión de la campiña del Reino Unido de entreguerras, dos hermanos conversan desde los ventanales mirando a lo lejos. Con ese primer capítulo, la vida de su familia y la forma con la que cada uno ha triunfado o fracasado en la vida quedan planteadas a modo de bosquejo que sobrevolará durante toda la novela. Pocas páginas después, en el laberinto de setos del jardín, uno de los hermanos es asesinado y otro de ellos lo será también días después. Tras ello, una pareja de policías tirará del hilo para buscar pistas que pudieran conducir a la autoría de los crímenes. Alejada de la novela policiaca con profundidad en el trazo del perfil de los personales, “Asesinato en el laberinto” centra su valía e interés en la resolución de un rompecabezas, enigma para el que se requiere del ingenio del autor y que resulta válido para quien priorice, en la literatura, a la imaginación por encima de la profundidad. De lectura pendiente quedan el resto de obras de la época dorada de la novela inglesa de detectives que Siruela ha rescatado del olvido y de las que sería interesante comprobar si responden al mismo patrón que la aquí reseñada. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 año