En estas soberbias y peculiares memorias, Sybille Bedford nos traslada en un viaje personal y épico desde el Berlín de la primera guerra mundial hasta Londres, Nueva York, París o Roma en la posguerra de la segunda contienda, pasando por la bohemia de artistas y escritores de la Côte d'Azur en los años treinta. Sin más premisa que la necesidad de un lugar y un espacio para escribir, la vida de Sybille Bedford ha sido la del artista comprometido y de espíritu libre: precaria, apasionada, ambigua y, a menudo, vivida con estrecheces. Pero, al mismo tiempo, una vida intensa, sometida a impulsos, a imprevistos, llena de peligros, diversión, amigos, amantes, mentores, arte y escritura. Cuando evoca los placeres sencillos de una cena tranquila con amigos bajo las estrellas, o traza el desgarrador esbozo de una traición íntima, o rememora un disparatado viaje desde el norte de Francia a Roma en veinticuatro horas, o recuerda un lánguido verano en Capri, Sybille Bedford ofrece a la vez una cautivadora reflexión sobre el modo en que la historia deja su impronta en las vidas privadas. Arenas movedizas pertenece a una clase muy rara de libros: la de las obras que se saborean, que perduran en la memoria del lector mucho después de haberlas acabado. Un viaje único a través de una vida y un siglo entero; avanza y retrocede a saltos en el tiempo y en las relaciones humanas, manteniéndose fiel en todo momento al despliegue y repliegue de la memoria misma.