Esta obra, que fuera declarada finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla 1995, se publicó bajo el título El año en que paró el tiempo. Sin embargo, Ardeviejas era su título original, el que el autor quería para ella, la palabra mágica que le sugirió su mundo y sus personajes, además del centro gravitatorio de la trama, de modo que nada más oportuno que respetarlo para la segunda edición revisada de esta maliciosa e imaginativa versión de la vida rural y el tiempo detenido. También es novedoso el prólogo de José Manuel Caballero Bonald, que honra las páginas de este libro. Como afirma el autor: «Esta reedición se produce como resultado de cuantiosas, insistentes y prestigiadas recomendaciones, sin duda inmerecidas, una segunda oportunidad que he aprovechado para retocar algunos aspectos que ambulaban por la duda. No he podido evitarlo».